27 de febrero de 2010

Hoja en blanco

Me horrorizan los opinólogos profesionales. La alarma de las 7.
Los noticieros.
Las campanas de la iglesia tan sincronizadas cada tarde, a la misma hora.

Te busco entre pliegues que no existen.
Tengo ganas de gritarte que te calles, urgente.
Ya perdí los dos kilos que había ganado y eso me pone triste.

Me horroriza esta hoja en blanco. Los machitos.
Los bebés que lloran en el cine.
Eso que llaman LaGente. Y los domingos sin mate.


No saberte. A pesar de que no te callas nunca.
No saber si estás, en algún lado.
Y si también te horrorizan las campanas, LaGente, los bebés llorones.


11 de febrero de 2010

Por suerte

Que seguimos acá, creciendo. Sí, cómo que no?
Aunque no guste nada de nada a veces. Se camina.
Y se camina bien.
Uno no es infeliz. Tiene penitas.
Nada más

Lo que cuesta no es mirar el cielo. Que arde tan gratamente allá arriba.
Lo que cuesta es decir te quiero y no ponerse meloso.

Por suerte está el abrazo. Y las rimas mal logradas.

Por suerte los caminos que nos llevan y las gentes que sazonan.

Por suerte las puteadas las palabras los amores -esos tantos colchones que hay que gastar-.

Por suerte.

Pintura: Manuel Cabrera

5 de febrero de 2010

Diálogo con final feliz

Buenas Noches...-dijo eso y al instante contrajo el lugar a un nudo, algo insoportable- Estas hecha un espanto, linda- ese calificativo era su fuerte, aunque lo dijera junto a espanto.

Vos también, querido-

Y si. La lluvia, viste?

Ah, la lluvia. Igual ya no llueve... hace como dos horas que no llueve -me miró fijo y después miró el cielo.

Fuiste vos? -lo preguntó como si realmente algo así fuera posible.

No. Mi virtud es sacarle la ficha a los salames como vos, no parar la lluvia. Pelotudo.