7 de mayo de 2014

Decir.

Perdí la cuenta hace rato de la cantidad de sincericidios que he cometido.
Todos y cada uno me han desanudado la garganta, y eso vale más que mil tecitos con miel.

Dije, digo, diré.

Me sincericidaré un montón de veces más. Ya lo sé. Vengo en este paquete al que le encanta aguantarse, aguantarse, aguantarse, hasta que no da más, y se incendia. Y se incendia con ganas. Nada de filtros. Nada de medias tintas.
Lo cierto es que no me importa tanto. Ya me acepté hace rato. Lo estremecedor y hermoso es saber que hay varios que me quieren así, tal cual, incendiada y todo.
Y eso no deja de ser una sorpresa y un alivio.





Sol que me estás salvando 
iluminan mi esperanza tus ojos claros 
Sol me vas protegiendo 
en este tiempo igual a los que ya fueron.

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