4 de mayo de 2015

exagero.

Con la voz en alto y los dedos rotos
Cantar hasta la limosna
Del vecino de arriba que pide silencio
Y la vecina de abajo que odia los gatos
Aunque yo un gato no soy, pienso
Pero cómo me gustaría tener uno de compañía
Para acompasar estas noches donde tengo atorados los abrazos y las palabras


Ladra un perro lejos, se llamará Sancho quizás?
Nada señala que vamos bien
Y nada señala que vamos mal
En realidad, no es necesario ese esquemita
Pero siempre me ando peleando con eso:
La idea de lo que está bien y lo que está mal
Porque aunque ni bautizada estoy
Bien cristiana me han criado
Y la culpa es un recurso que sale caro a los deseos
Y lo correcto es un camino derechito derechito que sale caro a la columna
Y a los sueños
No es ni muy muy ni tan tan, igualmente

Exagero

Porque me gusta y no importa tanto
Creo que falta el riesgo para decir
Y las ganas de saltar al vacío
Sin saber si hay redes que nos esperen
Y nos aguanten

De lo que tengo miedo es de acostumbrarme
De quejarme
De conformarme
Que sería lo mismo lo mismo que aprender a rezar el padrenuestro
Y pedir egoístamente por otros en los rezos, mientras crío hijos que no sé si quiero
Y manoseo un tipo que ya no sé quién es

De lo que tengo miedo es que pase el tiempo
Y arrase con tus manos
Con mis dedos en alto y la voz
La voz cantando
Que pase el tiempo, temo
Y mate el amor


Dibujo de Yetta




21 de abril de 2015

-haciendo-

Él me quiere haciendo

Y yo me sorprendo por las pocas palabras y los muchos besos

Aunque a veces me peleo con eso adentro mío

-¡¿cómo no me dice teamo más veces, siempre, todo el tiempo?!-

Hasta que suena el celular, en el momento menos pensado, y un mensaje dice qué hacés y otro te extraño y otro que te sea leve el día y otro besos hermosa y otro hoy tuve problemas con el auto y otro ando engripado y otro quiero estar con vos y otro cuándo nos vemos y otro no trabajes tanto

Y después abre la puerta y busca mi boca. Te traje paltas, se ríe diciendo y me abraza.
Y así sé que él ama con lo cotidiano

Con lo tangible del abrazo y los besos y las miradas y las risas y los amores-hechos y las palabras pocas pero certeras

Y yo, que tengo palabras para todo lo que sé, lo que no sé, lo que dudo y lo que invento

Me reconcilio con el amor que se hace y se charla poco y se exhibe menos

Al fin y al cabo, no quiero nada más que este camino que nos hacemos

Con el amor los mensajes sorpresa y los finesdesemana
que cada vez demoran más en llegar





De El presente y otros vericuetos
Fanzine publicado por Bicéfalo Ediciones
IV Muestra de Imágen Joven
Paraná, 18 de abril de 2015

19 de abril de 2015

-pasado-

Voy a retorcer el tiempo que me queda esta noche

Y escribir estas líneas sobre la muerte

O sobre los árboles podados a principios de marzo

O el olor terrible de la caca de paloma que inunda la plaza

O los párpados que vi esta noche y supe que estaban lejos



Voy a incinerar mis metáforas

Las voy a meter en un tacho grande y les voy a prender fuego

Lo que quiero decir es que no hay nada más infantil que estas ganas de sentarme a charlar con vos

Y nada más infantil que mis ganas de no cruzarte nunca más

Voy a incendiar los papeles que escribí hace mucho tiempo y tenían tu nombre



Y voy a ofrendarle a la tierra mi pasado

Pa´que llueva

Y se vayan con el río los dolores secos y viejos

Sin renegarlos, porque no te quiero olvidar, viste?

Sucede que ya te recuerdo distinto

Y eso es suficiente.





De El presente y otros vericuetos
Fanzine publicado por Bicéfalo Ediciones
IV Muestra de Imágen Joven
Paraná, 18 de abril de 2015

25 de marzo de 2015

y así.

ando ganas de cantar, de incendiarme la'lmita mía
como cada vez, como cada siempre
y apagarla con río y cachetes colorados al sol
después del agua, los mates/abrazos
ando ganas de dormir el domingo de lluvia
abrir las plantas al agua de cielo
arreglar cositas de la casa
cambiar las sábanas oliendo las nuevas, fresquitas, pequeño placer hogareño

y así, salvar la nostalgia con caricias
y salvar la piel con canciones
y alumbrar el presente sin metáforas ni porqueses
y despedirse estrenando besos y aliento a poesía

qué simple la cura para los males
qué simple y qué-no-tan-simple este error cósmico que
vaya cosa buena
nos salva




cuando se enciende la tarde
me da por cantar




De El presente y otros vericuetos
Fanzine publicado por Bicéfalo Ediciones
IV Muestra de Imágen Joven
Paraná, 18 de abril de 2015

3 de marzo de 2015

-tiempos-

enrosco el tiempo
lo achico en la almohada en el cansancio en el trabajo
lo agarro entre las manos mientras miro el balcón
y mis plantas que crecen y crecen
hasta que llega la tormenta
de verano, todavía
y moja el tiempo los pies los ojos
enrosco el tiempo mojado entre los dedos
y vuela, salva, cambia de ritmo, amanece
crece el tiempo en la piel
en la palabra
en la certeza intacta de estar-siendo
en la piel, otravez
crezco


Tree of life - Anjali Vaidya


17 de febrero de 2015

aquíyahora.

me busco de mí 
a mí misma

en el presente



y no me gusto tanto





entonces
menos puedo encontrarme en el futuro


estoy aquí-y-ahora


¿entonces?

15 de febrero de 2015

de a poquito.

vamos así, de a poquito
armando el mundo que nos gusta
con ganas de caricias más frecuentes
y dormidas eternas de domingo

así vamos, de a poco
improvisando viajes y mates, a pura carcajada cuando estamos
y cuando no estamos, los inventamos virtuales, para que no sea tirano el tiempo
y nos mandamos besos y abrazos y amores
aunque la boca un poco se olvide entre semana como sabe cada uno
y nos hacemos juntos así, cada tanto y cada vez, por más de que yo acá y vos allá
nos damos el gusto de las sinceridades que gustan y asustan
y somos felices, por intersticios y por montones, 
en cada tiempo que nos junta

y así vamos, de a poquito
que quiere decir,
al fin y al cabo
andar sin mucho
-y con todo adentro-


emmasapien


13 de febrero de 2015

uno solo.

y pensar que el mundo es uno solo
lleno de rincones
y que en este momento
hay gente haciendo el amor
acá nomás
o putéandose, trabajando, riendo

en este preciso momento
no suenan las campanas de la iglesia
el kiosquero está cerrando
alguien bebe cerveza en un patio verde y es feliz
una nena tiene fiebre y está lejos del papá
dos se reencuentran
aquél vuelve de vacaciones
llueve, quizás, en algún lado

porque el mundo es uno solo
consigo mismo, enorme
y a veces, cuando me veo ahí
tengo miedo de que esto sea todo lo que hay
y me sobra nostalgia de gente que no conozco
de futuros que aún no han sido
y especialmente
de abrazos que no dí
abrazos que no me dejé dar

después, ese eco que puntualmente aparece
cada tanto
a susurrar
¿dónde está el tiempo para todo lo demás en este mundo?


Paio



11 de febrero de 2015

Rutinas.

Sin querer quizás, uno construye rutinas. En la casa, en el trabajo, en el amor, en la amistad, ni hablar de la familia.

Creo que es la forma que tiene el ser humano de habitar el mundo. Sé que aunque no tuviera que trabajar, tendría algún tipo de rutina. Crear agendas, pautar reuniones, visitar gente que quiero, cobrar el salario, pagar las cuentas, programar el fin de semana, comprar comida, y así sucesivamente, de acuerdo a cómo venga cada semana y cada mes. Esta es la parte que no me gusta. La rutina de los días cuando se parecen mucho entre sí. Volver a besar una vez a la semana, planificar el amor –como si anduviera pidiendo permiso- porque hay una rutina del trabajo, de las obligaciones, de los compromisos que están ahí, pendientes, y un poco escapan a nosotros.

A veces es agobiante y terrible, pero para ser honesta, la mayoría de las veces se lleva bien. Es una suerte que haya gente buena onda poblando el universo que no tiene mucho problema con nada. Ni con la rutina, ni con otra gente, ni con las responsabilidades. Son una balanza para el mundo. Porque, claro, también están los cascarrabias, los de la queja compulsiva, los críticos de manual, los aduladores, los siniestros, los trepadores, los egoístas.

Creo que, la gran parte de las veces, la acepto. Porque creo también que el paso de los días siendo siempre una aventura eventualmente se debe transformar en algo rutinario, y extremadamente agobiante. Y si existiera una forma en que la vida no se vuelva rutinaria, probablemente implicaría cambiar de gente todo el tiempo, de realidades, de cotidianeidad, de lugares. Y la verdad que no, gracias. Prefiero viajar, cada tanto, llenarme la mirada de paisajes nuevos, de gente distinta, de sabores, olores, momentos. Y volver a casa, después. Darme cuenta de cómo extrañé lo que conozco, lo que tengo, los otros que están cerca de mí.

Existen además, las otras rutinas. Las que llenan el corazón. Beber cerveza o vino, comer rico, abrazar con todo el cuerpo, compartir la risa, la mesa, la copa, el baile, la gratitud y las manos con gente hermosa que anda aquí y allá, alrededor. Hacer el amor, especialmente después de unos días, y sabiendo que ese cuerpo habitando la cama es el único país que necesito.

Igual, a veces, quisiera que exista la casualidad un poco más seguido. Y hallar dinero en la calle. O los días nublados, viste? No entiendo cómo no nos encontramos casualmente, bajo la lluvia, los días nublados. Momento ideal para beber en abundancia, mojarnos de lluvia y hablar del mundo horrible y del hermoso mundo y de lo que queremos y de lo que tenemos y de lo que nos falta.

Se hace la vida, eso quiero decir. Avanza con relojes, rutinas, pasados mañanas y calendarios. Pero también avanza con carcajadas, abrazos, miradas. Y, por ahora, es todo lo que quiero.



Julieta Arroquy



21 de enero de 2015

Ver y abrir y ver.


había que ver el mar y ver el río

inhalar fuerte otros aires

dejarse encandilar por el mismo sol iluminando en otro lado

abrir los ojos acá cerca

besar entre la distancia y la cercanía

reformular el aliento

la lentitud

el horizonte

abrir el balcón de par en par

y corroborar que las plantas sobreviven

y vive el amor, también

la extrañeza

el sexo buenaventurado y memorable

los juegos

las palabras -que están y que faltan-

sobrevive incandescente

a pasitos de la risa

del corazón

de las manos mías y las manos tuyas cuando se juntan

y camina el amor, también

con sus vericuetos

y la novedad de andar así

-tan rara para mí-

de a dos



San Marcos Sierras, Córdoba, hace poquito.