25 de julio de 2014

Día fuera del tiempo.

Aprovecho este día para no decir nada. Patear el tablero. Andar bailando por la casa. Quiero mucha música que encienda el cuerpo.
O sí, mejor digo algo: hoy, aquí y ahora yo estoy. ¡Y qué lindo eso!
Anuncio que no voy a limpiar ni ordenar. Tampoco voy a pre-ocuparme.
Para eso está mañana, que el tiempo vuelve a su curso natural.
Hoy quiero descansar, cenar rico, besar las manos del compañero, tomar vino, regar las plantas, enredarme el pelo. Mirar a la luna directo a los ojos, y sonreirle por su último ciclo.
Y decir, para adentro, todos los futuros que espero. Y decir, para afuera, todas las gracias que tengo.
Gracias lunita, por la luz plateada y los ojos brillantes.
Gracias por el tiempo sin tiempo de este día.
Gracias por los abrazos que llegan de noche, a iluminar la vida.
Gracias.

[El Calendario Maya anuncia que ayer terminó el año y que mañana comienza uno nuevo. Pero hoy, ¡ay, hoy! Es un día fuera del ciclo de su calendario. Un día diferente por donde se lo mire -si así elegimos mirar, claro está-. Por estos lados, decidimos tomarnos este día fuera del tiempo, apagar el celular, la compu y escucharnos a nosotros mismos (al menos por unas horas). Que se venga nuevo el año maya para todos ♥]

Más info: http://www.13lunas.net/diafueratiempo.htm


Imagen: Calendario de un mes maya, con sus 20 días.

16 de julio de 2014

Si quiero me toco el alma.

[anda la gente pequeña con ganas de andar la vida. y de mirarse a los ojos largo rato, en algún instante del día cuando se hallan, aún vestidos pero sinceros, abiertos a la mano que da la mano y que envuelve otra mano adentro apretando algo, el alma quizás. la gente pequeña comienza el día y cambia el rumbo en el camino al trabajo, y sonríe ante el verano en pleno invierno. le cae mal la humedad. le cae bien el gurisito jugando en mangas cortas, le da sensación de vacaciones. se enoja, la gente pequeña, a veces, con el mundo. con el mala onda que salpica con su auto a un transeúnte, con los que acusan sin dar la cara, los que amenazan, los que remarcan los precios, los que no levantan la caca del perro. pero la gente pequeña cambia su rumbo, y en su rumbo cambia el rumbo de otro destino. y se halla la gente, armando el mundo, en algún instante cotidiano, con las ganas intactas de despertar en un abrazo -ese abrazo- que abraza adentro y guarda otro abrazo que estalla el alma.]




Si quiero me toco el alma
pues mi carne ya no es nada
Luis Alberto Spinetta