30 de septiembre de 2013

Escapar.

escapar en algún tumulto ajeno
en músicas incandecentes
en otra mirada que sepa mirar
y que sepa decir algo, cualquier cosa, pero decir
salirme de este silencio con palabras nuevas
aprender a brillar otra vez
escapar del presente que no es
y quedó en puro deseo
                                  -no soy la ausencia de nadie, ni la sombra, ni el amor-
escapar. escapar. escapar.
tripas corazón.
arremangarse.
y escapar.

22 de septiembre de 2013

Patria sensiblera.

Habito un país que no es el mío, este último tiempo.
En la patria sensiblera estrujo las manos y siento que se me achica el corazón.
Me asusta la palabra amor. Pero la necesito. Tanto la necesito que la nombro diferente.
Tengo miedo de levantarme un día y tener 60 años, y haber amado poco.
Tengo miedo de que este vacío de adentro, que lleva tu nombre por estos días, no se vaya nunca.
Tengo miedo de las sombritas ajenas, la racionalidad extrema, la muerte, convertirme en Penélope, habitar para siempre esta patria.

Más tarde siento abrazos sanadores. Tengo estas redes que sostienen y agrandan la esperanza, mis amigas.
Las trincheras que me dejan llorar océanos, y esperan la vuelta de mí hacia mí misma, sosteniendo las sonrisas, construyendo futuro.

Eso quiero.
Decir gracias y seguir construyendo un futuro lleno de abrazos.


17 de septiembre de 2013

Imperfecciones.

y lo que también está al alcance de la mano
es todo esto que está adentro
y no se explica
se hace imperfectamente
y es un alivio poder decir y nombrar y escuchar y abrazar
                                                 a pesar de tantas cosas


La mafia del agua - Andrea Lértora



14 de septiembre de 2013

Finales.

Siempre creí que los finales tenían un trasfondo de culpitas de cada cual y de cada quien.
Algo se hizo mal, alguien lo hizo mal.
Pero resulta que no.
Pasa que no hay ganas de construir con el otro. O se acaba el amor. O nunca lo hubo. O alguien se cansa. O todo se detuvo. O tantas cosas más.
Resulta que los finales están ahí, al alcance de la mano, para ser nombrados en toda su estruendosa realidad.
Y duele como la putamadre saber que ya es tiempo de llamar a las cosas por su nombre.

9 de septiembre de 2013

Imposibles.

no pido
          -ni quiero-
cosas imposibles
soy feliz con los lapachos a pleno florecer
y con los momentos para cantar
y los otros para llorar
y los otros para construir

no quiero imposibles
              -no podría sostenerlos-
soy feliz con la primavera recién parida
y el vientito caliente en la cara
y los otros que están ahí, estando

sólo me falta ser feliz con la certeza de un abrazo que me sepa nombrar.
                                           

5 de septiembre de 2013

Futuro.

Quiero escribir poemas de futuro
y que no falte tu carcajada ahí, espero.
Quiero decirte mirá, amor, se pasa la vida así, rapidito, de indecisión en indecisión. De inseguridad en inseguridad.
Hay que encontrar una pasión y dejar que nos arrolle, o algo parecido dijo Bukowski, al que seguro le salió más oscuro y no tan lindo.
Yo quiero decir que a veces me aburro. Otras me enfrasco. Y otras, muchas, miro para arriba y sé que todo tiene un tiempo y una solución. Todo todito. Lloro a mares también. Y vuelvo conmigo, siempre vuelvo conmigo, porque, mal que mal, me gusto.
Quiero decirte que estoy acá, amor, un tiempo nomás, de paso, como todos. Y sé que no es suficiente. Ya no. Ya no. Y eso es lo que más duele.
Quiero escribir poemas con futuro
y ojalá esté tu risa ahí, llenando ese espacio.