10 de agosto de 2006

Del hombre que amo


A veces el hombre estira las alas y vuela.
Simple silencio que lo rodea y lo vuelve grande, me alcanza entre reglas
y resquemores y vuela.
A veces el hombre rompe con sus tableros cuadraditos bicolores y me mira
desde sombras, soltando soles que me envuelven.
Sola la órbita que lo rodea, lo vuelve amado y lo estrella contra el espacio
desigual y tornasolado de la vida de a dos, y lo libera.
A veces el hombre estira las alas y ama.

2 comentarios:

Nito dijo...

ese es de la emi no!? Mi masculina intuición me dice que sí. Igual, en realidad escribo esto como un descarado pretexto para invitar a las ninfas literarias de este frondoso blog a que visiten el mío, tal vez no tan certero y colorinche, pero blog al fin. (No me da la cara así que pongo algo más) Muy lindo el bog!!! jajaj re falso, mentira, ya he comentado y siempre encuentro este espacio maravilloso, así que say no more!!!

Anónimo dijo...

no no... no es la Emi... es Mariana..¡¡¿¿puede ser, que hasta desde la intuición masculina seamos parecidas??!!
jajaja Saludos Mariano!!