2 de septiembre de 2010

Carajo.

Mandando a la reverenda mierda este empleo del ocote.

Y engrosando nuevamente las filas de desocupados de este hermoso país,
-bendito no, este blog carece de católicos-

Afirmo y reafirmo -dos veces-

Soy feliz, carajo.



(y hacía mucho que no, así que bienvenido sea)

2 comentarios:

la vecina dijo...

iupiiii! felicitacions! abrazo vecina. se vienen los tiempos mejores!

Luciana dijo...

Muy bien, Shigloqui! Lo reitero, que se vaya todo al carajo! Borrón y cuenta nueva.