9 de febrero de 2011

Pedacitos.

Redefinir espacios
y tiempos
y algunas esquinas.
También mi pieza, cómo que no,
y la calle
y acá adentro.
Arrejuntar mis pedacitos, adornarlos,
quererlos
a mis trozos de espejos
a mis buenas máscaras.

Es hora de despojarse de las mierditas cotidianas que acechan,
las propias y las ajenas. Las tuyas, las mías y las vuestras.

Sonreir por lo que se nos cante la regalada gana,
aunque más no sea una pelotudez,
una razón pequeña
un gesto diminuto.

Ser feliz de pequeñas cosas.
Primero conmigo. Para después, ahí sí, con los otros.
Habitar y habitarme (cuestión no menor, y no tan fácil).

Delinear planes
metas
objetivos
para destrozarlos pasito a paso,
en el camino.

Sonreir.
Cerrar los ojos y sí, ay! que sí, que un, dos, tres, que sonreir.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Tan cierto. Parece simple y aveces no nos damos cuenta. Y no solo reinos aunque más no sea una pelotudez, ademas que nadie nos quite esa sonrisa quizás sin sentido..

Anónimo dijo...

Tal cual. Eso que llamamos vaciar mochilas en un intento por vivir con más frescura y naturalidad. Y sin perder la alegría.
Saludos!

cristinasss dijo...

"Sonreir por lo que se nos cante la regalada gana,
aunque más no sea una pelotudez,
una razón pequeña
un gesto diminuto"
porque o pequeño no es por eso insignificante. es solo pequeño, y grandioso a veces. como la lluvia, un beso, la cerveza bien helada y los pies descalzos.

usté me hace sonreír, querida flaca. disfrute y quiera todos sus pedacitos, que son todos muy bellos. y como le decia, lo complejo no quita lo tierno, somos siempre muchas vivendo en cada rincón del adentro. abrazo!

sergio storti dijo...

Querida Naty, me identifico profundamente con tu forma de escribir. Me encanta, cuando puedas pasate por mi blog y mira lo que escribí hace unos días...
coincidencia?. Un besazo, Sergio.