7 de junio de 2013

Sanar II.

Acá adentro hay cosas podridas, que ya no pueden ser más. Y abrir las ventanas ya no es suficiente.
Hay que tirar la basura de adentro. Juntarla, todita, desmenuzarla, clasificarla. Y arrojarla al río. 
Lagrimear un poco por eso que fue y ya no es más.
Que la pena recorra el cuerpo, un rato.
Que las basuritas se hagan camalote y después, más adelante, espuma de mar.
Yo me quiero quedar con el espacio vacío, lleno de nada, clarito como el agua, purificador.
Escuchar el silencio de ese espacio mío, ver correr la soledad del momento.
Y esperar que llegue lo que sea que tenga que llegar.


El comienzo, de Virginia Palomeque.


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