Ojalá vengas a abrazarme mañana a la
tarde, tan lunes. Y me seques las lágrimas de hoy.
Es tan difícil a veces separarme de
vos. Es tan difícil no saber lo que viene. Esto es más difícil de
lo que pensaba.
Y te amo.
Y te elijo, contra todos los
pronósticos y los horóscopos y las no-palabras y los pasados que
son tan presentes. Te elijo.
Pero tengo miedo de esperarte siglos.
De amarte siempre así, con un 'te quiero', con un 'nos vemos'. A
medias.
Yo no sé si quiero eso. Yo no sé si
puedo sólo eso. Y duele hasta el fondo, en ese rincón de adentro
que aprieta cuando te extraño, el alma creo. El sitio donde estás
adentro mío. Y no sé qué se hace con esto. Dónde se deja, para
que no duela.
Ojalá vengas a besarme y a decirme que
vos también tenés tus miedos. Y a quererme toda, con mis lágrimas
a cuestas, los miedos, las carcajadas. Ojalá vengas con tu sonrisa
enorme, a comerme el corazón.
Después una musiquita, el ruido del
viento primaveral en la ventana, cerrar los ojos: esto es lo que es
hoy. Mañana quién sabe. Mi responsabilidad es el presente, dijo un
sabio. Y creo que tiene razón.
Ojalá nada.
Te abrazo hoy. Te entiendo hoy. Te
quiero hoy.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario