28 de marzo de 2013

Hueco.

[ahí mismo
en el hueco de tu abrazo
quepo entera y sin tapujos
-soy yo, increíblemente-
te suelto los besos que guardo, las palabras, los ojos, las manos
somos
dos fugitivos que se hallan
debajo de la luna, a la vera de un vino
-cosa extraña si las hay-]


24 de marzo de 2013

Tacho.

Reparar. Desdramatizar. Romper la palabra “seriedad”. Tirar cosas a la basura. Llenar el tacho de suciedades, traumitas, corazones rotos, frustraciones, zapatos viejos, carteras que no voy a arreglar, bombachas feas, apuntes que no quiero ver más, puntos suspensivos, manos que ya no voy a tocar, hijos de puta, algunas miradas que nunca fueron mías. Salir al sol. Volver. Que el viento de otoño nos funde. Abrazarnos inmensamente. Para siempre.
Barajar y dar de nuevo, que le dicen.

14 de marzo de 2013

Desafíos.

Él tiene sus desafíos.
Yo los míos.
El beso de la mañana dice suerte, nos vemos pronto. Y también dice palabras que no decimos, todavía.
A la noche, cuando nos abrazamos, es otra cosa. 

Estamos vivos. Hoy, aquí, ahora.
Hermosamente vivos para abrazarnos y enredarnos 
después de los días nublados
el tumulto
los desafíos.

-Ahí está un poco de la dosis de felicidad que transporto por estos días-


"La maman et la putain", película de Jean Eustache (1973)




9 de marzo de 2013

Ya.

Me duele la panza. No es un dolor común y corriente igual. Estoy nerviosa.
Me pica el pecho. Pero no de angustia. Es una mezcla extraña entre angustia y curiosidad.
Tengo ganas de nacerme de nuevo.
Es tiempo ya.

6 de marzo de 2013

Comandante.


Lo hermoso es que estos tipos que han muerto por nosotros son nuestros. Hermoso y terrible, claro, pero hermoso. Y con nuestros muertos no se jode, porque aquí no se rinde nadie. La Patria Grande va a andar renga por estos días. Estamos tristes. Pica una pena profunda en el pecho. Una pena con la misma forma que cuando perdimos al Flaco. 
¿Qué será que tiene esta Latinoamérica nuestra que hace que den la vida por ella?

Dijeron que no había que llorarlo al Comandante. Pero la verdad, es inevitable. Vamos a extrañarlo por peleón, por negro lindo, por simpático, por líder, por imprescindible. Ayer, hoy, mañana, pasado, nos va a doler el cuerpo porque tenemos que procesar la pena y comprenderlo en toda su magnitud: se nos murió Chávez. 
El mismo que mandó a la mierda el ALCA, y a Bush, y al Rey de España. El que se abrazaba inmensamente con el Flaco y con Cristina, y se cagaba de risa de los miserables, porque sabía que la historia los va a juzgar, en algún momento. Construir el Socialismo del Siglo XXI era su misión y su vida. Se le notaba en los ojos, lo veía en sus abrazos, en sus manos, en su inmensa capacidad para decir "los amo" con acciones (me late fuerte el corazón y me arden los ojos por esta pena enorme que lleva el nombre del Comandante).

Nos queda eso. La inmensidad del hombre que reinventó la Patria Grande. Y dijo las cosas que había que decir en el momento en el que había que decirlas. Llorarlo es ahora. Mañana será tiempo de seguir construyendo nuestra Latinoamérica democrática, unida y revolucionaria.

Por suerte, sabemos que habrá callecitas nuevas con los nombres de nuestros muertos, que bien vivos están. Escuelas. Hospitales. Habrá niños recién nacidos con sus nombres. No por el olvido, porque el pueblo no olvida nunca a sus líderes y menos a sus sueños, sino para molestar desde ahora y para siempre a todos los que celebran la muerte y se jactan de ser civilizados, a los miserables, a los hipócritas y a los hijosdeputa.

Somos muy privilegiados. La historia de que en nuestra América hubo un Chávez y un Fidel y un Néstor no nos la contó nadie… la estamos viendo con nuestros propios ojos, la vivimos intempestivamente, con amor, cada uno en su lugar, convencidos de que este es el camino. Y de que si en Venezuela no hay una Revolución socialista, yo no entiendo qué carajo significan esas palabras. Habrá, entonces, que ponerse a la altura de las circunstancias.

El Comandante, ahorita, debe andar gritando "exprópielo" en el cielo de los libertadores. Sé, con el cuerpo, con esta angustia que es mía y de millones, que no se va a apagar nunca la llama chavista (algún día, me fundiré en un abrazo fraterno y profundo con el pueblo venezolano, mientras tanto sólo tengo estas palabras).

¡Viva Chávez!
¡Viva Venezuela!
¡Viva la Revolución bolivariana!


5 de marzo de 2013

Seis.

tengo seis corazones
doce manos y sus doce pies
la ternura que brota a borbotones
en este viaje sin fin que es nuestra vida compartida

les debo mi espontaneidad
las carcajadas más grandes
los llantos catastróficos
los halagos sentidos
los moretones gigantes
las puteadas bien puestas
los enojos terribles
los mejores juegos del mundo
los besos más lindos que tuve en mi vida
                                              -y que tendré-
todo el amor que me cabe en el cuerpo


tengo seis abrazos
                       -tan increíblemente llenadores,
                        tan inmensamente míos y yo misma-

y la certeza, hermosamente atronadora, de que yo no sería yo sin ellos.
y que les daría la vida sin pensarlo dos veces.


Felíz día a mis hermosos y hermosas!

19 de febrero de 2013

Primerísima.

Nada nuevo bajo el sol, dicen.
Y yo veo el mundo siendo una lluvia, anunciando el otoño por venir.
Peatones apurados. 
Los huecos viejos, cada vez más huecos, cada vez más viejos.
Las sinceridades necesarias, sucediendo.
Y estas ganas de cambiar de adentro para afuera
nacer
nombrándome yo
por primerísima vez.




6 de febrero de 2013

Macana.

[¿viste cuando acecha la tristeza, sin razón aparente?
emerge desde las comisuras de la boca. chorrea en los ojos sin brillo. en las pocas ganas de reir.
así estamos.
aceptando algunos irrefrenables finales
entendiendo que habrá que afrontar, otra vez, comienzos
qué macana.
o mejor: qué pocas ganas.]

28 de enero de 2013

Hallazgo.

si durara la piel
estiraría el cansancio
las ganas de nacer
las ausencias éstas, que sobran,
yo misma.
me estiraría hasta hacerme carne en algún olvido.
en el infierno del olvido de otro
hasta estrujar las manos, el hartazgo, las caricias

hallarme de mi. ovillarme de mi. orillarme.
vaciar la soledad que acecha a los pies de la cama.
soplar esta presencia tenebrosa de otra boca
ser la dolorosa ausencia de alguien, quiero.
no la mía. ya no más la mía.

"Abandonos", de Gabi Rubi.

24 de enero de 2013

quiero II




[quiero verte
besarte
trepar a tus sueños
y dormirme
hacerte felíz de abrazos tibios
hacernos el amor de a ratos, hermosamente
nombrarte con tu nombre y con el mío
confundirlos
saberte conmigo
revolverte el pelo, besarte las manos
amanecernos en un nudo
y desenredarnos para anudarnos de nuevo
porque ¿sabés?
 no sé que viene después
y hoy, ay!, hoy quiero verte, besarte, decirte estas cosas
hacerte el amor]

22 de enero de 2013

Ganas.


A mi sí que me gustan tus piernas mecerse
como si fueran olas
Por lo que se ve
me gustó tu mar y tu canoa. 


Ando ganas de encontrarte
de una buena vez por todas.
El invierno largo se fue
y ya cambiaron las modas.
Llora, llora, lloran mis penas de amor 





Tema: Los Piojos
Versión: Perota Chingó

14 de enero de 2013

Mar.


mareó el mar. sacudió las ideas. 
llenó de sal las manos, el vientre, la cara.

entendí que te vengo queriendo sin exigencias. sin ningún tipo de garantías.
sonrío. si vos no estás donde estoy, pasa. como las olas cuando se van. 
las que vienen después ya no son las mismas. otras son. como nosotros.

sonrío.
ando llena de mar. tengo los dedos salados, todavía. ideas nuevas, sin forma, coloridas. 
ganas de vos.
sonrío. llena de mar así como ando.



4 de enero de 2013

Confesiones II


Hoy tengo esta certeza, terrible, de mi propia finitud
que sólo delata
mis urgentes angustiosas necesarias 
hermosas ancestrales
ganas de amar

                                                                   -venís?-



¿Cuando podrás
amar sin tantos complejos?
Para salir del tedio
destapá algún sueño.


31 de diciembre de 2012

Trece.


Quien busque el infinito, que cierre los ojos.
Milan Kundera.

Mañana será otro año. Otro camino. Y como es costumbre, vale entregar los mejores deseos al viento. Y regar la tierra de abrazos y besos. Así que acá les dejo los míos.
Quiéranse. Este cuerpo viene todo junto, adentro y afuera. Y es el único que vamos a tener. Hay que cuidarlo, para que dure. 
Amen. Con todo el cuero. Con los sentidos. Hasta los defectos.
Digan Gracias, Por favor, Te quiero, nada acaricia mejor que esas palabras. 
Así que, a ustedes, gracias. Los quiero, aunque no los conozca. Por favor, sean ustedes mismos, siempre.
Abracen. Besen. Rían. Que 2013 esté colmado de carcajadas. 
Sean felices. Muy, muy, muy felices. 

Felíz DosMilTrece y Buena Vida





"Cuándo fue la última vez que te preguntaste?"

28 de diciembre de 2012

Doce.

Uno. Crecí mucho.
Dos.  Hice cosas que me debía.
Tres. Amé. Y dejé de amar (como siempre).

Cuatro. Fui yo, contra todos los pronósticos.
Cinco. Tuve, tengo, con certeza nauseabunda, muchísima gente. Mis hermosísimas gentes que me aguantan el corazón. Que están ahí, estando. Sosteniendo el abrazo, la mirada, el beso.

Seis. Lloré mucho. Más de lo normal.
Siete. Me morí de risa. A carcajada limpia anduve. Mucho más de lo habitual. 
Ocho. Decidí.
Nueve. Me arrepentí, pero no de mucho.
Diez. Abracé tanto, pero tanto, que se me hincha el pecho cuando me acuerdo.
Once. Estuve triste, muy, muy.
Doce. Fui felíz. Tan increíblemente felíz, tantísimas veces. Que sólo quiero que empiece todo de nuevo. 



23 de diciembre de 2012

Extrañeza.


Te me metiste entre los párpados.
Andás revoloteando, violentamente, en mi cabeza.
No te quiero ahí, es la pura verdad. 
-aunque me encante simular que no te miro- 
Quiero otra cosa.
Una palabra quiero. Algo que nos diga. Nos nombre.
Porque así, así como ahora, ya no más, aburre, pesa una rutina que no busco.
-y sin embargo cuando estás, estremezco, y desbordo de ganas de tocarte-

Y después, la extrañeza. Esto de que digo tu nombre y no lo conozco. 
No sé quien sos. Cómo llegaste a mi cama. 
-Quién sos. Quién te nombra, además de mi-
Si te quiero querer. O sólo es esto que es

Y sin embargo, me zumbás en los oídos, te tengo impregnado en los ojos. 
Te llevo conmigo en este solsticio de verano. 
Más allá de que seas un extraño presente entre estas sábanas. 

22 de diciembre de 2012

Sucesos.

[Que no me encuentre enero
fugitiva de tu boca
                                                      -tan real que asusta, tan certera que arremete-
como sucede siempre que despuntan
los años nuevos]




"...una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mi para dibujarla con mi mano en tu cara..."

11 de diciembre de 2012

Ver.



te miré viéndome

no como se ve un libro nuevo, o la calle al cruzarla, o la ventana al abrirse


te miré viéndome como se mira lo recóndito,

lo inmedible pero tocable, una piel al alcance de la mano

una infinitud que calma


en esta mirada, pensé, en la mirada de este hombre, ahorita mismo

no me voy a morir nunca.

Marc Chagall.


Poema expuesto en Arte y la Madre, noviembre 2012.


6 de diciembre de 2012

Barrio.

Puede haber varias cosas que definen un barrio. Pero la principalísima de todas son los vecinos.
Hoy relampaguea y tormentea desde hace ya un par de horas en el mío. En la ciudad. Y en la ciudad de enfrente. En el medio de la actividad climatológica, una hace cosas, que debe y quiere. Yo, por ejemplo, hoy tenía pilates. Y fui, por supuesto. Es mi tiempo para mí. Y para no llegar redonda al verano.
Cuando salí de ahí, llovía, pero no mucho. Me arriesgo al almacén, dije. Fui. Mientras esperaba que me atiendan, pasó lo obvio: el tormentón. Con relámpagos y vientos y gotas bien gruesas. Completito. Hice tiempo charlando con el almacenero. Paró un poco, y salí. Las bocacalles eran ríos. Y con correntadas importantes en ambos lados. ¿Por dónde mierda cruzo? Pregunta crucial que me hice (sentiende?). Y existencial. Tres vecinos miraban desde la vereda de mi casa, a resguardo bajo techo, mirando qué carajo hacía, seguramente esperando que me quebrara una gamba tratando de cruzar (eso pensé, de mierda que soy nomás). Me mando, dije. Me mandé. La primer correntada salió bien. A la segunda tambaleé, porque ya estaba confianzuda, y la muy soreta se llevó mi ojota. Chau, dije, en voz alta.
-¡¡¡CORRELA!!! -escuché que me gritaban.
Y ahí nomás, dos vecinos, padre e hijo, salieron a correr la ojota media cuadra, con lluvia y todo. Hasta que la detuvo la rueda de un auto estacionado y, milagrosamente, subió a la vereda. Ojete. Puro ojete.
Y, claro, ya me hice amiga de mis vecinos. Gracias, gracias, les dije. De nada, de nada, replicaron.
Eso es un barrio. Que dos locos que ni te conocen te corran la ojota, con lluvia y todo.
Está decidido: no me mudo más.

2 de diciembre de 2012

Silbidos de cielo.

Con amores fugaces e inolvidables, 
con parasiempres grávidos como espuma 
y el acero afilado de los probables 
colgado vigilante junto a la luna.
Soltar todo y largarse, Silvio Rodríguez.

Hace unos días
un hombre estuvo a punto de hacerme estallar el corazón
varias veces.
Tanta belleza. Tanta poesía cantada.
El mundo es mi recoveco hecho una canción de Silvio.
Silbidos de cielo.
Me enamoré esa noche. Como nunca. Como siempre, en realidad.
Como si fuera la primera vez. Como si nunca hubiera escuchado.
Después las mujeres que me rodean.
Las muchas muchachas que pueblan de voz el mundo.
Que cantan y se hinchan las estrellas. Se callan los grillos para escucharlas.
Ardió el mundo.
Subió fuego a fuego por la columna.
Extendí la mirada. Abrí los ojos.
Lloré sobre las escaleras toda conciencia sobre mí misma [esto de saber que somos finitos, tan]
Supe de mis dedos cuando tocan. De mi voz cuando canta. De mi amor roto y entero. De mi, supe. 
                                                                                           Gracias a todos ellos.






A Silvio, mis amigas y compañer@s.